Hoy me gustaría hacer una reflexión acerca de una estrategia detectada a lo largo de mi corta experiencia sindical pero que vengo observando de forma continua en mi ya dilatada vida laboral . Esta estrategia consiste en minimizar la carga personal en todas las decisiones que afecten a la plantilla de cualquier empresa, y crece exponencialmente cuanto más alto es el número de personas que trabajan en una compañía. Es decir, convertir a las personas en números. En empresas pequeñas es más difícil que las personas encargadas de tomar las decisiones que afectan a la plantilla, sean capaces de abstraerse de sus situaciones personales, ya que hay más cercanía; almuerzan juntos, en muchas ocasiones trabajan codo con codo y eso une mucho. Aunque intentes convertirte en El Increíble Hulk o en un killer sin alma de la Yakuza, a la hora de tomar decisiones en contra de los intereses de la plantilla, ese día a día hace valorar más a la persona y hace mucho más difícil la cosifica...