En julio de 2019 ELA ya denunciaba que el acuerdo de convenio firmado por parte de UGT y CCOO no suponía una mejora sustancial de las condiciones de trabajo, ni recuperaba los recortes anteriores ni garantizaba el poder adquisitivo. Comprar el discurso de la patronal y renunciar al IPC como referencia para determinar los salarios, nos lleva ahora a perder un 3,6% de poder adquisitivo en un solo año. Si tenemos en cuenta que la suma del total de los incrementos salariales de los 3 años anteriores fue del 4,75%, nos podemos hacer una idea de la perdida tan importante que esto supone. La reducción de 4 horas para 2022 está lejos de compensar la grave pérdida de poder adquisitivo de este año, y la conclusión no puede ser más que la siguiente: en estos años de vigencia de este convenio (2019-2022), quienes trabajamos en el sector del comercio de metal, estamos perdiendo dinero. El próximo año debemos negociar un nuevo convenio para el sector. Si queremos intentar mejorar de verdad las...